Adan en Eden Paperback - 2010

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Adn Gorozpe es un arribista, y lo reconoce sin ambages. Su matrimonio con Priscila, codiciada heredera del poderoso empresario Celestino Holgun (mejor conocido como el Rey del Bizcocho), fue un afortunado lance que, en palabras llanas, se llama "dar el braguetazo", y lo llev de pobretn pasante de la carrera de Leyes a influyente abogado empresarial dueo de vidas y haciendas, an ms encumbrado que su suegro. Como le queda claro que la dicha conyugal, si acaso estuvo en sus planes, jams llegar, establece una tajante frontera: de un lado quedan el tedio matrimonial y la ridiculez familiar, y del otro su esfera de poder y los encuentros erticos con su amante Ele, real mujer de su vida. As las cosas entra en escena Adn Gngora, ministro a cargo de la seguridad nacional, chiquito, pero picoso: minsculo hombrecito por su baja estatura, pero gran calamidad por los alcances de su malicia. Dada la corrupcin gigantesca de las fuerzas del orden, en las que la mitad de los policas son criminales y la mitad de los criminales, policas, tiene plena certeza de cul es la mejor estrategia para combatir ese caos: "Todos sabemos que la seguridad nacional es insegura. Las fuerzas del orden se alan fcilmente con las fuerzas del desorden. Los policas ganan sueldos de miseria. Los criminales les multiplican el sueldo. De tres mil pesos mensuales a trescientos mil. El Ejrcito nacional hace labores impropias de la fuerza armada. Es un Ejrcito dedicado a labores de polica y derrotado por los criminales, mejor armados que ellos... Yo har una limpia de las fuerzas del orden. Menos policas y mejor pagados. A ver si as". Pero, en los hechos, los mtodos de Gngora son espeluznantes: se ala con los peores criminales y encierra o manda matar a los menos aptos; encarcela inocentes y a veces a uno que otro culpable, exhibe a stos y a aqullos y se gana a la opinin pblica como garante de la justicia; tambin procede contra clasemedieros con dificultades hipotecarias y uno que otro millonario, para dar sabor al caldo; falsea las estadsticas de la lucha contra el crimen con su cosecha propia de jvenes inocentes a los cuales manda asesinar y luego presenta como presuntos guerrilleros... Un da, Gngora le propone a Gorozpe coludirse para elevar su jueguito al ms alto nivel pblico: "Todos los polticos estn quemados. Son intiles. No saben gobernar. No saben administrar... Qu tal si usted y yo, tocayo, apoyamos a un candidato imposible para la primera magistratura del pas?". Ese candidato, claro, sera Gorozpe, slo que para este momento ste sabe que debe deshacerse de Gngora, o al menos neutralizarlo. Est asqueado del personaje, de sus mtodos, de tanta podredumbre. Incluso los cerdos ponen lmites a la mierda que tragan. Y para mayor inri, un condimento: Gngora y Priscila parecen haber iniciado un affaire. Cmo proceder contra tan formidable adversario? Cmo detener el remolino que arrastra al pas hacia la cloaca? La nica va abierta siempre es la del espritu. Ciega e irracional, pero tambin poderosa, avasalladora, la fe sigue ah. Un Nio Dios alado empieza a predicar en medio del trfico de la mayor avenida de la ciudad y su madre, la Virgen, lo acompaa. Las alas del nio son postizas y su madre es quien se las coloca, pero eso no importa. La gente cree, quiere creer, necesita creer, y eso basta. La novela ofrece un gran final que da destino a todos los personajes, sin descuidar a ninguno, a travs de la irrupcin de los Sigfridos, brazo armado de la muerte que, convocados por Adn Gorozpe, llegan para arrasar con la plaga. ENGLISH DESCRIPTION Adn Gorozpe is an upstart, a fact he freely acknowledges. His fortuitous marriage to Priscila--heiress to powerful businessman Celestino Holgun--transforms him from a lowly law-school graduate to an influential attorney, a man who now rules over the lives of people and extensive properties, a man that is held in the highest regard. Adn Gngora is the National Security Secretary; a tiny slip of a man, the extent of his cruelty belies the shortness of his stature. In a country weighed down by massive corruption, his goal is to end the chaos. Gngora's clean-up methods are horrifying: the incompetent are eliminated, the innocent locked behind bars or assassinated. One day, Gngora invites Gorozpe to run for the magistrature. But Gorozpe knows that it is time to get rid of, or at least neutralize, Gngora. So, how does one proceed when faced with an adversary of this caliber? How does a person stop the current that seems to be dragging the country directly to the drain? Faith is the only alternative, the only viable way. A winged child begins preaching in the middle of one of the main avenues in the city, his mother, the Virgin, stands by his side. The child's wings are fake but nobody cares. People believe, they want to believe, and that is all that matters. In its grand finale, each character finds its proper ending by the hands of the Sigfridos, the armed forces of death who, called in by Adn Gorozpe, arrive to eliminate the plague.

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